Pío Baroja

Pío Baroja nació el 28 de octubre de 1872 en San Sebastián en la calle de Oquendo y falleció el 30 de octubre de 1956 en Madrid.
Pío Baroja
Nació en el seno de una familia basca muy tradicional. Vale la pena remarcar que al hablar de una familia tradicional no nos tenemos que imaginar una familia tradicional actual sino una familia con unos núcleos familiares muy sólidos y donde era muy común encontrarse a hermanas y hermanos no casados que vivían en casa de la abuela.

El padre de Pío Baroja era ingeniero de minas por lo que ganaba mucho dinero, pero debido a su trabajo tenían que cambiar de ciudad constantemente. Este continuo movimiento marcó un aspecto importante en el carácter de Baroja dado que no le dejaba arraigarse en ningún lado y tener unos buenos amigos durante un largo periodo de tiempo, le hizo tener un carácter solitario e insociable que ser vería muy claramente a medida que fuera creciendo.

Estudió medicina en Valencia y tras finalizar la carrera se doctoró el 1894 con una tesis titulada El dolor, estudio psicofísico. Este último trabajo plasmaba en parte su carácter y sus intereses. Ejerció la medicina durante unos pocos meses en un pueblo llamado Cestona, pero dejo el ejercicio de dicha profesión por la imposibilidad de no poder salvar a todo el mundo.
Después de varios viajes estableció Madrid como su lugar de residencia y fue entonces cuando se empezó a dedicar exclusivamente a la escritura. Empezó publicando en las revistas típicas de la época y a partir de 1900 empezó a publicar libros, publicó 60 libros a lo largo de su vida, se puede decir que justo empezó a escribir con la crisis finisecular.
El árbol de la ciencia fue publicado en el 1911, cuando ya llevaba escritas unas 17 novelas, por lo que yo deduzco que a pesar de que sea, relativamente, una de sus primeras obras, ya tenia  bastante experiencia en el mundo de la literatura como para escribir un libro de gran valor.


El año 1935 Ingresó en la Real Academia de la Lengua Española con el discurso La formación psicológica de un escritor, que fue contestado por el Dr. Gregorio Marañón, en una conferencia en el Ateneo de San Sebastian. 
A continuación he incluido un extracto de su discurso donde se puede ver claramente una crítica de Baroja hacia España:


"Que el político hable de los aranceles y de los presupuestos está bien; ¿pero de su alma?, ¿para qué? Para eso ya están los poetas; los Byron, los Bécquer, los Verlaine, los Baudelaire.

El público español corriente parece que quiere dar como trozo lírico de algún valor el alegato chabacano del político que exhibe sus sentimientos, probablemente falsos, con una literatura de último orden.

La retórica, que ni siquiera es la buena, nos envenena. La frase histriónica, la metáfora usada y efectista quieren hacerla pasar por un producto intelectual y hasta práctico.

Esta retórica de tono mayor, de grandes brochazos, de lugares comunes solemnes, esconde todos los gérmenes de porvenir, si es que los hay en España."



Pío Baroja era un hombre solitario y de carácter un tanto raro, debido a su extrema inteligencia y a su dura infancia, que le hacían estar aislado del mundo ensimismado en sus pensamientos. Tenía una gran cultura y estaba en contacto directo con diversas corrientes filosóficas, cosa que le dio una visión del mundo muy especial de la que otros carecían. Estuvo muy influenciado por las lecturas de Kant y Schopenhauer, con este último filosofo fue con quien tubo más contacto y con quien entabló una gran amistad por correspondencia. 

Murió afectado por arteriosclerosis el 1956 y fue enterrado en el cementerio civil de Madrid como ateo. Esto causó un gran escándalo en la España oficial de la época, que presionó a Julio Caro Baroja (sobrino de Pío Baroja) para que renunciase a la voluntad de su tío y lo enterrara en un cementerio católico, pero este no cedió. Su ataúd fue transportado por Ernest Hemingway y Camilo José Cela, dos de sus grandes admiradores galardonados con el premio nobel.

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