Generación del 36

Aunque esta generación solo la hemos comentado muy brevemente al hablar del nivel de censura de la postguerra he considerado oportuno concederle una entrada de mi blog porque considero que la censura que había en esos momentos era brutal e imperdonable

La generación del 36 es una generación muy breve que se inicia durante la Guerra Civil.
A pesar de la diferencia de edad se puede considerar a la generación del 36 como la homóloga del 27 pero en prosa. Es decir que en vez de escribir poesía, como hacían los autores de la generación del 27, producían narrativa. A parte de el tipo de literatura que producían tenían otra diferencia que es que hacen un tipo de narrativa en la cual se comprometen con la sociedad del momento. Todos las otras características son practicamente las mismas tanto para el 27 como para el 36, por la cual cosa ni las mencionare porque las características de la generación del 27 ya están publicadas en entradas anteriores.

Esta generación estuvo muy acosada por la censura de la postguerra ya que muchas de sus obras fueron fuertemente censuradas en el interior del país por lo que muchos escritores se exilian porque no podían expresar sus puntos de vista al ser republicanos.
Ramón J. Sender (1936) es un ejemplo de la censura que sufrían ya que apesar de haber recibido el premio nacional de literatura fue brutalmente censurado en España por el gobierno franquista.


Esta generación fue borrada totalmente del mapa hacia los años 40 porque se opone a las clases dominantes por lo que o bien se exilian para poder salvarse o bien si se quedaban en España desaparecían y nunca más se volvía a saber nada de ellos. 

 Autores de la generación del 36
  •         Joaquín Arderius
  •         Manuel Benavides
  •         José Diaz Fernandez
  •         Cesar-María Arconada
  •          Ramón J. Sender
  •          Max Auv
  •       Andrés Carranque de los ríos
  •       Francisco Ayala

El panorama Español de la postguerra

Como cada día Mari Carmen entró en la clase y sin hacer ninguna referencia a lo estudiado anteriormente empezó a hablar con sus ganas y entusiasmo característicos. Yo iba tomando apuntes de todo lo que decía y escribía Mari Carmen en la pizarra y poco a poco me iba dando cuenta que lo que estábamos haciendo era totalmente diferente a lo que habíamos hecho pocos días atrás y no fue hasta el final de la clase que nos dijo que ya habíamos abandonada la muy trabajada en clase generación del 27 y nos adentrábamos en otro periodo literario claramente diferenciado por la Guerra Civil. El periodo de postguerra. Fue entonces cuando todos los apuntes que había tomado parecían tener sentido y empecé a entender todo lo que habíamos tratado durante aquella hora.


La guerra civil impacta de tal manera a España que marca un antes y un después en lo que se refiere a la literatura española.
Durante el 1940 la situación de España era muy mala, ya que acababa de terminar la guerra civil y se iniciaba la segunda guerra mundial. En esta última, para alivio de toda la población, España no participó porque no podía enfrentarse a otra guerra después del desgaste tanto físico como moral que había sufrido el país a causa de la guerra civil.
En el 1940 para empezar hubo una reconstrucción física del país, porque después de la guerra había quedado todo destrozado; puentes derribados, carreteras cortadas, ciudades destruidas…
Pero el daño producido no fue únicamente material sino que también hubo mucho daño hacia la moral de las personas. Al finalizar la guerra hubo una represión tremenda hacia los republicanos cosa que llenó las cárceles del país. Como consecuencia de esta inmensa represión hubo un nivel de exilio descomunal, pero esta vez no únicamente por parte de los republicanos, sino que mucha gente, sin importar mucho de qué bando fuesen, huían por miedo.


Las principales causas del exilio de los intelectuales en España al finalizar la guerra civil fueron:
  • Porque eran republicanos y por lo tanto sentían un rechazo hacia el sistema fascista de la España franquista y no estaban dispuestos a vivir en él ya que no podían expresar sus opiniones con libertad 
  • Por miedo a la situación que reinaba en España, es decir miedo a ser asesinados. 
  • Por miedo hacia la Segunda Guerra Mundial 


Todo este exilio y esta represión acabaron diezmando el panorama intelectual de la época ya que muchos huyeron. Por ejemplo, Manuel de Faya huye del país por miedo a la represión, Severo Ochoa también se exilia por motivos similares y como estos muchos otros. 
Por contra, otros intelectuales como por ejemplo Miguel Hernández optan por quedarse a pesar de ser republicanos  proclamados y haber tenido la posibilidad de huir. Muchos de estos que optan por quedarse a pesar de saber que están en peligro son encarcelados por los franquistas y posteriormente condenados a muerte.
Aunque muchos intelectuales y muy valiosos se van no todos optan por tomar la mismo camino y algunos se quedan en España.

En definitiva, durante los años 40 en España reinaba un panorama desolador a causa del alto nivel de exilio, de la destrucción que había sufrido el país…
Las obras de autores como Carmen Laforet, Miguel Delibes, Dámaso Alonso… muestran el caos y el pesimismo del momento en España. Estas obras pertenecen a los géneros de la literatura de postguerra que explico en las siguientes entradas. 
A pesar de que algunas obras mostraban el pesimismo español de la postguerra, estas, junto con muchas otras, sufrían unas fuertes medidas de censura de carácter ideológico impuestas por el régimen Franquista.


Una anécdota que nos explicó Mari Carmen y a mi me impresiono mucho fue que a un escritor, que si no lo digo mal se llamaba Javier Marño, que era un falangista proclamado y estaba totalmente a favor del régimen franquistas le censuraron una novela que retrataba la realidad del momento porque hacia una crítica social del régimen. Ya me cuesta entender la censura que había hacia los republicanos, porque creo que la libertad de expresarse es un derecho común de todos y de una importancia extrema, pero aun me es mas difícil comprender como se podían atrever a censurar la obra de una persona que comulgaba con todas las ideas del régimen pero que al retratar la realidad de España era crítica con esto.